sábado, 2 de noviembre de 2013

'The Bling Ring' - Qué mona va esta chica siempre





Título original: The Bling Ring Director: Sofia Coppola Guión: Sofia Coppola Fotografía: Christopher Blauvelt, Harris Savides Música: Brian Reitzell Reparto: Emma Watson, Israel Broussard, Katie Chang, Leslie Mann, Taissa Farmiga Distribuidora: Vértigo Films


Si hubiera visto esta película en la tele me habría costado entender que los primeros diez minutos no se trataban de un anuncio largo de Loewe o de cualquier otra marca de perfume. Es cierto que ser hija de quien es se lo puso más fácil que nadie a la Coppola para hacer cine desde que se le cayeron los dientes de leche. Pero eso no fue una excusa para justificar ninguna carencia en sus primeros largometrajes, pues la neoyorquina pronto se hizo dueña de un estilo único que no solo le concedió el aplauso de la crítica y el público -entre ellos el mío- sino que le otorgó una estatuilla más que meritoria por el guión de 'Lost in Translation'. Es una historia potente y hermosa sobre sentimientos encontrados que siempre guardaré en la retina, al igual que 'Las vírgenes suicidas' y 'Maria Antonieta'. Sus personajes femeninos siempre orquestaban a la perfección con estupendos montajes estilizados con música pop, a modo de videoclips en los que la fotografía emerge en primer plano como también hace Wes Anderson. Esta vez Coppola repite la fórmula pero lo hace de una forma tan gratuita y repetitiva que me provoca sueño y cabreo. No hago más que esperar a que pase algo entre toda esa estética cursi que solo disfraza un discurso vacío, plúmbeo, intranscendente.



Dada la básica intención del argumento tampoco lo tenía muy difícil. Solo tenía que contar a su manera cómo se produjeron los robos a los famosos de Beverly Hills, pero ni siquiera eso consigue. Se centra obsesivamente en filmar a Emma Watson reprimiendo su Wingardium Leviosa para poder levitar a base de anfetas; en grabarle probándose zapatos, fumando, bailando, haciéndose fotos y metiéndose coca junto a sus amiguitos de plástico. Aunque si se hubiera metido un tiro de los de verdad nos hubiera hecho un favor...

Desde luego la cosa hubiera mejorado. Como también si de repente en el reservado VIP de alguna discoteca hubiesen enfocado a Paquirrín o a Rafa Mora. O si Pipi Estrada hubiera acaparado veinte minutos de metraje haciendo el moonwalk en mitad de la pista. Incluso habría sido mejor que apareciera Kiko de Gran Hermano en una de esas lujosas casas creyendo que estaba en Guadalix de la Sierra.

TODO esto habría enriquecido el discurso de nuestra querida Sofia. Al menos nos hubiéramos reído. Pero nos toca aguantar hooooora y media de absolutamente nada. Nada de intentar plasmar el drama de una juventud perdida entre escaparates. Nada de querer explicar por qué roban, o qué sensación de vacío pueden tener estas almas derrochadoras para meterse en hogares ajenos. Nos obliga a deducirlo entre planos y más planos de tacones, vestidos y espejos.

Espero que Coppola incluya en el DVD algo de lo que se mete la Watson por la nariz. Solo así podría conseguir que algún espectador revisara su maravillosa obra de nadería y cosmética.

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